martes, 29 de diciembre de 2009

Te extraño


Extraño la acción positiva del amarte. Extraño ese dulce sentimiento que envuelve el alma cuando amamos, extraño el pensarte, el recordarte, extraño todo de vos, aunque lo reconozco, cada vez menos. En realidad es una dulce nostalgia la que me envuelve, la de los besos, la de los abrazos, la de las caminatas, la de las cartas, la de los mails, la de tu voz en el teléfono, todo lo extraño pero de a poco mi yo todo se va acostumbrando a esta soledad sin límites, sin posibles cambios, sin futuro ya. Siento que se me terminó la vida, solo queda esperar...

La imagen pertenece a la obra de la artista Teté Cirigliano

martes, 22 de diciembre de 2009

LA AUTÉNTICA NAVIDAD


Hoy hace justamente un mes que no escribo en este blog y creo necesario dejar unas palabras en virtud de que estamos en vísperas de la Navidad.

Antes que nada quiero aclarar que soy cristiana, católica aunque no practicante, por ejemplo ir a la iglesia con asiduidad, confesarme o comulgar; pero sí tengo mucha fe y rezo diariamente y al mismo tiempo hablo con Jesús agradeciéndole o pidiéndole algo.

Quería hacer esta aclaración porque justamente por ser persona de fe hay algo que me molesta mucho cuando llega esta festividad, y es la manera como se ha desvirtuado la misma.

El festejo de la Navidad es netamente cristiano y lo que nos alegra y por ello fesetejamos en esta fiesta es el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Su humilde nacimiento en Belén de parte de María Virgen y como Padre adoptivo o elegido por Dios para ser su padre en la Tierra, San José. El Nacimiento del Niño Jesús se produce de esta manera tan humilde, en principio porque San José era carpintero, no era persona de grandes recursos y además porque ya en su tierra en Jerusalen los perseguían y por lo tanto estaban huyendo del yugo romano que tanto miedo tenía a este Rey que venía a salvar al mundo que hizo matar a cientos de santos inocentes el 28 de diciembre, buscando de esta cruel manera matar al Hijo de Dios que había nacido, pero Éste había sido bien protegido por José y María en un pesebre, o sea en un establo para vacas y animales varios, allí no pudieron encontrarlo y por lo tanto allí María tuvo a Jesús.

Esto es en pocas líneas lo que sucedió ese día de Navidad, como se ve una historia sagrada y a la avez sencilla y humilde.

Bien, en la actualidad, esa festividad el mundo moderno la ha transformado en una fiesta pagana, en un ir y venir de compras de todo tipo, comidas abundantes y ruido, bullicio y alboroto por doquier en torno a un personaje gordo vestido con pantalón, chaqueta y gorro abrigado y rojo con bordes blancos que según parece viene no se sabe bien de dónde en un carro guiado por renos a dejar regalos a los niños del mundo que se hayan portado bien (y sus padres tengan para comprarlo que son quienes en realidad compran los regalos). Este personaje ha sustituido prácticamente en la sociedad contemporánea y occidental al Niño Jesús, nadie lo recuerda ya en la Nochebuena y en cambio todos esperan la llegada de papá Noel, así llamado el susodicho individuo.

Todos los años me pregunto lo mismo, ¿Quién introdujo a papá noel y puso en segundo lugar a Jesús en el día de Su Cumpleaños? Bien, como siempre, el cambio se lo debemos a los Estados Unidos de Norteamérica que vaya a saber por qué.... prefiere homenajear al gordo rojo antes que a Quien verdaderamente debería ser prioritariamente recordado, porque no vino al mundo por que sí ni para nada, VINO AL MUNDO A SALVARLO DEL PECADO, VINO AL MUNDO A TRAERNOS LA BUENA NUEVA, LA NOTICIA DE QUE NO TODO TERMINA EN ESTE MUNDO, CON SU SACRIFICIO EN LA CRUZ REDIMIÓ TODOS NUESTROS PECADOS Y NOS ABRIÓ LAS PUERTAS DE LA VIDA ETERNA. DESDE QUE JESÚS LLEGÓ AL MUNDO, EL HOMBRE TIENE LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN Y EL REENCUENTRO CON SUS SERES QUE PARTIERON ANTES. TAMAÑA TAREA Y MENSAJE TRAJO ¿NO? CREO QUE VALE COMO PARA QUE LO RECORDEMOS A ÉL Y NO A CUALQUIER OTRA PERSONA O PERSONAJE EL 24 Y 25 DE DICIEMBRE.

Espero con toda sinceridad que los cristianos del mundo hagamos la punta en esta tarea de recordar y concientizar acerca de qué es lo que festejamos el Día de Navidad, porque si nos decimos cristianos, es esto que he dicho la base de nuestra fe.

Felices fiestas para todos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Espero que estés mejor


Día triste el domingo, ya por naturaleza lo es, más si se tiene una gran pena reciente. Espero no estés tan mal, espero que aunque sea lentamente vaya cerrando tu herida. Lo deseo y lo pido a Dios con todo mi corazón. Quisiera que no estuvieras sufriendo. Ojalá tus hijos estén llenando con sus pequeños triunfos, con su amor y también tu mujer, ese espacio vacío que hoy tenés en el alma. Así lo espero amor mío.

viernes, 13 de noviembre de 2009

NARCISISMO




Narciso de Caravaggio.Un héroe beocio cuyo mito precavía a los muchachos a evitar ser crueles con sus amantes.
El término narcisismo fue acuñado por el médico neurólogo
austríaco Sigmund Freud.[1] Se trata de una serie de rasgos de la personalidad narcisistas. Sin embargo, el narcisismo puede también manifestarse como una forma patológica extrema en algunos desórdenes de la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad, en que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación.
Estos desórdenes pueden presentarse en un grado tal, que se vea severamente comprometida la habilidad de la persona para vivir una vida feliz o productiva al manifestarse dichos rasgos en la forma de egoísmo agudo y desconsideración hacia las necesidades y sentimientos ajenos.
En su
uso coloquial designa un enamoramiento de sí mismo o vanidad basado en la imagen propia o ego. La palabra procede del antiguo mito griego sobre el joven Narciso, de especial hermosura, quien se enamoró insaciablemente de su propia imagen reflejada en el agua.


Aspectos Conceptuales

Resumiendo puede diferenciarse el narcisismo en sentido genérico del narcisismo como rasgo psicológico o como trastorno psiquiátrico.
Desde el punto de vista psicológico, se puede distinguir un significado psicogenético o psicoevolutivo: el narcisismo como un escalón necesario y ubicuo del desarrollo de la personalidad. Andrew P. Morrison, profesor de
Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, defiende que en los adultos, una razonable cantidad de narcisismo sano permite balancear la percepción individual de las propias necesidades en relación con los otros.[2]
Existe además el narcisismo patológico, diagnóstico de uso habitual en psiquiatría y de connotaciones negativas. Éste designa una rasgo de la personalidad, caracterizado por una baja autoestima acompañada de una exagerada sobrevaloración de la importancia propia y de un gran deseo de admiración por los demás. En la DSM-IV, (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana, cuarta edición) existe un subapartado dentro de los trastornos de personalidad denominado Trastorno narcisista de la personalidad, (NPD), entendiéndose tal como una disfunción grave de personalidad.
Fuera del ámbito psicologico, los términos "narcisismo" y "narcisista" son frecuentemente utilizados peyorativamente denotando
vanidad, presunción, egocentrismo o simple egocentría. Aplicado a un grupo social es frecuentemente utilizado para denotar elitismo o indiferencia a la difícil situación de los demás. En las situaciones de discusión, sin embargo, estos términos se utilizan para dibujar paralelismos entre las quejas sobre comportamientos centrados en uno mismo y el trastorno de personalidad narcisista más que hacia la autoestima sana.
El mito de Narciso
El relato más conocido del mito de Narciso es el de Ovidio, de su tercer libro de Las Metamorfosis del año 43 AC. La tragedia comienza a gestarse ya desde la concepción del niño Narciso, puesto que él es producto de la violencia sexual. El dios-río Cefiso, después de raptar y violar a la náyade Liriope, engendró en ella a un joven de espléndida belleza, a quien dieron por nombre Narciso. Preguntado sobre si el recién nacido tendría una larga vida, Tiresias, el sabio capaz de predecir el futuro, contestó cripticamente «Sí, siempre y cuando nunca se conozca a sí mismo.»
A lo largo de su vida,
Narciso, va a provocar en hombres y mujeres, mortales y dioses, grandes pasiones, a las cuales no responde por su incapacidad para amar y para reconocer al otro. Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de todo cuánto se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor por él, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando Narciso preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, él le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor. Tentado por Afrodita, al contemplar su imagen en el espejo de la superficie del agua, sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía apartar su vista de él. En otra versión del mito, uno de los menospreciados por Narciso se queja a los dioses y Némesis, la diosa de la venganza, se encarga de castigar su orgullo.
De cualquier modo, Narciso, subyugado por la bella imagen de sí mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades básicas, y su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido en la flor
narciso, una flor tan hermosa como maloliente. Mientras tanto, Eco, consumida de melancolía, se retiró a una cueva donde su cuerpo también se consumió, quedando de ella solo una voz sin forma que repite, en la lejanía, la última frase o sílaba que se pronuncie.
El narcisismo desde el punto de vista psicológico evolutivo, interpretación freudiana
Artículo principal: Narcisismo (psicoanálisis)
El médico austríaco Sigmund Freud (1856-1939), un neurólogo convertido en psiquiatra y padre del psicoanálisis, introdujo el concepto de narcisismo en su ensayo de 1914 Introducción del narcisismo.[3]
En psicología evolutiva se entiende por Narcisismo una forma de estructuración de la personalidad, y una etapa del desarrollo del ser humano. Distinguen los psicoanalistas dos tipos: el narcisismo primario de los primeros meses de la existencia y donde el niño dirige toda sus energías a la satisfacción de sus necesidades. Esta etapa está signada por la incapacidad del niño para reconocer al objeto, entendiendo por tal al mundo, las cosas y las personas que lo rodean, es decir, el recién nacido es incapaz de reconocer un mundo distinto a sí mismo. Todo su erotismo y/o energía libidinal es autodirigida y el mundo exterior no existe.
En una fase ulterior, en el llamado narcisismo secundario, el niño reconoce los objetos, hay cosas que entran y salen de su cuerpo, objetos que le pueden proporcionar dolor o placer, por lo tanto existen para satisfacer las propias necesidades o, como lo frasearía un psicoanalista, la catexia (energía libidinal) va al objeto y de allí retorna al sujeto. El objeto existe en función de las necesidades del sujeto.




Narcisismo patológico
Epidemiología








Se estima que en la población general la prevalencia a lo largo de la vida es del 1%, y en las poblaciones clínicas está entre el 2 y el 16%. Entre el 50 y 75% de las personas diagnosticadas son varones.




Fisiopatología clínica




Resulta desconcertador para muchos el hecho de que el narcisista suele exhibir una aparente autoestima formidable, y socialmente aparece como una persona muy segura, sabedora de lo que quiere y completamente resuelta. En realidad con ello el narcisista está camuflando su vacío interno, su carencia real de autoestima. En la infancia temprana de estos individuos se encuentra a menudo una actitud indiferente o minusvaloradora por parte de sus progenitores, lo cual les deja una inseguridad que tratan de compensar por medio de una autoevaluación exagerada, irreal e inflada, (Baumeister, 1996). Algunos clínicos explican la personalidad narcisista sobre la base de una carencia emocional temprana producida por una madre emocionalmente fría o indiferente, o con una agresividad encubierta hacia su hijo, (Piñuel, 2007). La consecuencia es que los narcisistas necesitan mirarse continuamente en el espejo de los demás para saber quiénes son, y al descubrir una pésima imagen de ellos mismos se ven en la necesidad de ocultarla y esconderla. Desarrollan entonces en compensación una imagen artificialmente sobrevalorada hasta lo patológico. Las personas inteligentes, sanas, que se percatan de la artimaña, o que simplemente son más valiosas o agraciadas que ellas se convierten entonces para el narcisista en una amenaza para esa imagen artificial con la que el narcisista sustenta su autoestima, por lo que su comportamiento con ellos es manipulativo, y cuando la manipulación no surte efecto, perseguidor.
Los sujetos narcisistas poseen una autoestima muy vulnerable, siendo por esto muy sensible al "ultraje" de la crítica o la frustración; en relación con esto, las críticas pueden llegar a obsesionarles y hacer que se sientan hundidos y vacíos. Otro síntoma es el deterioro de sus relaciones sociales como consecuencia de su pretenciosidad y necesidad constante de admiración. Otro síntoma es la incapacidad para arriesgar nada por la posibilidad de frustración que ello conlleva.
En el ámbito social los narcisitas naufragan. Las demás personas sólo cuentan para ellos como posible fuente de gratificación, devolviéndoles la imagen de sí mismos cuya carencia les atormenta y que anhelan insaciablemente. Por ello suelen elegir profesiones que les proporcionen notoriedad social, reconocimiento o incluso fama.




Interpretación psicoanalítica




Desde el punto de vista freudiano de la psico-patología, la estructuración de una Personalidad Narcisística, implica una detención o fijación del desarrollo de la persona a etapas infantiles de profunda gratificación, o en una regresión del individuo a estos períodos, por su incapacidad para tolerar y enfrentar los retos y fracasos que la maduración y la vida le imponen (cf. André Green).
Rasgos de la personalidad narcisista [
editar]
La personalidad narcisista se caracteriza por un patrón grandioso de vida, este se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro. Su visión de las cosas es el patrón al cual el mundo debe someterse. Para los narcisistas el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y
adulación. Esta necesidad lo incapacita para poder reflexionar tranquilamente y valorar serenamente la realidad. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y utilidad de las mismas. En resumen, las personas narcisistas, aún cuando pueden poseer una aguda inteligencia, esta se haya obnubilada por esa visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Llama la atención, entonces, cómo muchas personas pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a aduladoras mediocridades. Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder, se rodean de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino. Ellas, drogadas por su discurso auto-dirigido, no son capaces de reflexionar y escuchar lo que el mundo externo les grita.
En la otra cara de la moneda, la personalidad narcisista es, en sí misma, una forma de supervivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La personalidad narcisista nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulación de quienes lo circundan.
El narcisista es una persona que puede ser muy exitoso, en cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Así vemos como personas con una inteligencia mediocre y una cultura pobre, escalan posiciones sorprendentes, para ellos el recapacitar no existe. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética. Estos últimos logran capitalizar a una horda de Narcisistas depresivos que creen, ingenuamente, en la verdad expresada por el pseudo-maestro. Ellos lo seguirán fielmente, no importa cuán errado esté:
"Sobre la pena duermo solo y uno, pena es mi paz y pena mi batalla, perro que ni me deja ni se calla, siempre a su dueño fiel pero importuno."
escribe Miguel Hernández, retratando esta suerte de personalidad del narcisista depresivo, siempre fiel, signada por la tristeza derrotada, que busca, con más ahínco que éxito, alguien en quién creer, alguien en quien confiar el remedio a sus miserias. De estas melancólicas soledades esperanzadas se nutre el Narcisismo. La simbiosis se completa con la satisfacción a medias, con un hueco de hambre y sed, que nunca se llega a colmar.
El recurso de la mitología nos brinda la imagen para la comprensión de la conducta y el mito de Narciso es concluyente en la terrible frase del oráculo: "El niño tendrá larga vida si nunca se observe a sí mismo." Así en la no reflexión es donde puede sobrevivir este personaje. Sin embargo, Narciso, en castigo a su ser desalmado, es transformado en una planta que da unas flores muy bellas, de olor nauseabundo, y estéril de fruto y nos dice el mito que en este tipo de personas hay, a pesar de su apariencia, algo que huele muy mal.




Criterios diagnósticos del trastorno narcisista de la personalidad (TNP)




La DSM-IV divide los trastornos de la personalidad en tres grupos basándose en la similaridad de los síntomas. Esta agrupación categoriza al trastorno narcisista de la personalidad dentro del grupo B,(trastornos o desórdenes dramáticos, emocionales, o erráticos), de trastornos de la personalidad. Estos trastornos de personalidad tienen en común un sentimiento excesivo de la propia importancia. Así se incluyen también en este grupo el trastorno límite de la personalidad , el trastorno histriónico de la personalidad y el trastorno antisocial de la personalidad.
Sin embargo, la
ICD-10 (Clasificación Internacional de Trastornos Mentales y de Comportamiento, publicada por la OMS en Ginebra, en 1992) considera al Trastorno Narcisista de la personalidad(TNP) como "un trastorno de personalidad que no encaja en ningún subapartado específico", y relega a la categoría conocida como "Otros trastornos específicos de personalidad", que incluye también a los trastornos de personalidad excéntrico, "inquieto", inmaduro, pasivo-agresivo, y psiconeurótico.
El TNP se caracteriza por un patrón generalizado de grandiosidad (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y carencia de empatía, con un comienzo en la adultez temprana y presente en una variedad de contextos, indicado por cinco (o más) de los siguientes:
Tiene un sentido grandioso de su propia importancia
Le absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal
Se considera especial y único, y sólo puede ser comprendido, y sólo debería asociarse con otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.
Requiere excesiva admiración (Es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).
Tiene un gran sentido de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo. Tiene un sentido de "categoría" con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.
En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (esperan que se les dé todo lo que deseen, sin importar lo que ello suponga para los demás, y pueden asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).
Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.
Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).
Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes.
Wyatt y Hare, en 1997 establecen:
"Clínicamente hablando, cualquier persona socialmente disfuncional que se siente autorizada a usar su poder para controlar a otras personas por las que se siente amenazada, o que vive una fantasía pretenciosa, en lugar de en la realidad, y que se ve a sí misma consistentemente como superior a sus compañeros y anhela ser reconocido como tal, reúne los requisitos del denominado trastorno narcisista de la personalidad"
Por su parte Roy Baumeister, (1996), en su estudio sobre la violencia psicológica, estableció que en la raíz de la mayoría de las agresiones psicológicas se encuentran, de manera sistemática, individuos que presentan rasgos de una personalidad narcisista.




Teorías sobre el Trastorno Narcisista de la Personalidad y la vergüenza




Se ha sugerido que el TNP puede estar relacionado con mecanismos de defensa de la persona frente a la vergüenza[4]
Gabbard sugiere que el TNP puede ser subdividido en dos subtipos[5] . Observó los del tipo "inadvertido", (oblivious) con un comportamiento caracterizado por grandiosidad, arrogancia e inmutabilidad frente a la crítica ajena como a los sentimientos de los demás. Distinguió, además, un subtipo "hipervigilante", como vulnerables, hipersensibles y avergonzados. Sugirió que los sujetos del tipo inadvertido presentan un ego grande, poderoso y grandioso en espera de ser admirado, envidiado y apreciado, lo cual está en antítesis con el ego debilitado e internalizado que se esconde en un estado general de vergüenza, del cual el sujeto quiere defenderse. Sin embargo, en el subtipo hipervigilante, el sujeto, en lugar de defenderse contra el sentimiento de devaluación, está obsesionado con él, neutralizando esta sensación viendo a los demás como abusadores injustos.
Jeffrey Young, que acuñó el término "Terapia de los Esquemas", (encuadrada en la Terapia racional emotiva conductual) una técnica originalmente desarrollada por Aaron T. Beck (1979), también relaciona la vergüenza con el TNP. Él ve al llamado Esquema Defectivo como un esquema nuclear en el TNP, próximo a los Esquemas de Deprivación Emocional y de Derechos, (Entitlement).[6] El Esquema Defectivo se compensa con tres modos de esquema:(estrategias de emulación):
Rendición: Escoge acompañantes críticos o significativos. Esto le coloca en una situación de inferioridad.
Evitación: Evita compartir pensamientos y sentimientos "vergonzosos" con los acompañantes o personas significativas por temor al rechazo.
Sobrecompensación: Se comporta de una forma crítica o superior con los demás. Trata de superarlo mediante el perfeccionismo.
Debe notarse que un individuo con este esquema puede no emplear los tres esquemas.




Aspectos sociales e implicaciones sociopolíticas de la patología narcisista







En psicología, la ontogenia remeda a la filogenia, y lo que es del individuo puede ser trasladado sin mayores dificultades a la sociedad; ya decían los alquimistas que "lo que está arriba está abajo" y que"lo que está adentro está afuera." Así podemos especular que lo que ocurre en el desarrollo del individuo también ocurre en el proceso de formación de las sociedades.
Siguiendo nuestra línea de pensamiento, las sociedades pasan por una etapa de narcisismo primario, como cuando las hordas bárbaras, invadiendo a Europa, se interesan sólo en sus necesidades instintuales, no reconocen al otro o a los otros y pasando a fuego y cuchillo por encima de pueblos y civilizaciones, las destruyen. Siendo estos últimos pueblos, posiblemente más sofisticados, se plantean dudas y son incapaces de entender la violencia desatada por las necesidades aniquilatorias de los más primitivos, esto signará su destino.
Por otra parte, diversos filósofos y sociólogos, han caracterizado la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI como una época 'narcisista'. Esta caracterización se refiere a algunas características de lo que también ha dado por ser llamado 'posmodernidad': ante el fracaso de la mayoría de las estructuras sociales de la modernidad, y especialmente después de las 2 guerras mundiales, parece que Occidente entró en un proceso de matamorfosis, conducido por un proceso de personalización, en el que el narcisismo juega un papel clave.
Especialmente, sociólogos como Christopher Lasch o Gilles Lipovetsky, han dedicado libros enteros a las nuevas características sociales de la posmodernidad, entre las cuales están: cultura del yo, expresivismo y énfasis en la exteriorización de la persona, desierto social y pérdida del sentido, indiferencia ante cualquier realidad que implique tomar postura, apatía total de la juventud, disolución de la política y preferencia por el ámbito privado en todos los sentidos, sobreinformación, consumo, democratización del conocimiento, y muchos otros factores que hacen posible hablar de la posmodernidad como una época 'narcisista' pues, a través del excesivo culto al yo, la identidad personal y su afirmación está muriendo: en la medida en que todos los procesos se democratizan y se da un énfasis tan terrible a la afirmación del yo genuino, éste temrina por diluirse en una multitud de 'yoes'.




Narcisismo colectivo







Freud, en "La civilización y sus descontentos" enuncia: "Es posible reunir



a un considerable número de gente en amor mutuo, siempre que haya otra gente dejada fuera para recibir las manifestaciones de su agresividad"




Erich Fromm, en "Anatomía de la destructividad humana" dice




"El narcisismo colectivo es una de las fuentes más importantes de agresión humana y sin embargo, como todas las demás formas de agresión defensiva, es reacción a un ataque contra intereses vitales. Difiere de otras formas de agresión defensiva en que el narcisismo intenso en sí es un fenómeno semipatológico. Considerando las causas y la función de sangrientas y crueles matanzas en masa como las ocurridas entre hindúes y musulmanes en el momento de la partición de la India o recientemente entre los musulmanes bengalíes y sus gobernantes paquistaníes, vemos que el narcisismo colectivo desempeña ciertamente un papel considerable, cosa nada sorprendente si tomamos en cuenta que nos las habemos con las poblaciones virtualmente más pobres y miserables del mundo entero."
En su libro "Desórdenes de la personalidad en la Vida Moderna",
Theodore Millon y Roger Davis afirman que el narcisismo patológico está reservado a "los nobles y los ricos", y que "parece haber ganado prominencia sólo en el siglo XX". De acuerdo con ellos, el narcisismo podría estar asociado con niveles superiores en la escala de necesidades de Maslow. Según ellos "Los individuos de naciones menos adelantadas .... están demasiado ocupados tratando (de sobrevivir)...para comportarse de una forma arrogante y grandiosa".Sin embargo, en opinión de Sam Vaknim (Malignant self-love) el narcisismo es un fenómeno ubicuo debido a que cada ser humano, independientemetne de la naturaleza de su sociedad y su cultura, desarrolla un narcisismo sano tempranamente en su vida. El narcisismo sano se convierte en patológico cuando se produce el abuso, y el abuso es un comportamiento humano universal. Por "abuso" entiende el rechazo a reconocer las fronteras emergentes del individuo. La represión, la hiperprotección, y las expectativas excesivas son conductas tan abusivas como el maltrato físico o el incesto.




Referencias




Freud, Sigmund, On Narcissism: An Introduction, 1914
Morrison, Andrew. Shame: The Underside of Narcissism, The Analytic Press, 1997. ISBN 0-88163-280-5
Freud, Sigmund, On Narcissism: An Introduction, 1914
Wurmser L, Shame, the veiled companion of narcissism, in The Many Faces of Shame, Nathanson DL. New York, Guilford, 1987, pp 64–92
Gabbard GO, subtypes of narcissistic personality disorder. Bull Menninger Clin 1989; 53:527–532
Young, Klosko, Weishaar: Schema Therapy - A Practitioner's Guide, 2003, Page 375




BIBLIOGRAFÍA




En castellano Sigmund Freud. Obras completas. Volumen XIV: Trabajos sobre metapsicología, y otras obras (1914-1916), «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico». Capítulo II: Introducción del narcisismo (1914). Buenos Aires/Madrid: Amorrortu, 1979. ISBN 978-950-518-590-0
André Green. Narcisismo De Vida, Narcisismo De Muerte. Amorrortu, 1999.
ISBN 950-518-478-6
Gilles Lipovestky. La era del vacío'. Editorial Anagrama, 1986.
ISBN 84-339-6755-X
Christopher Lasch. La cultura del narcisismo. Editorial Andrés Bello, 1999.
ISBN 84-89691-97-5

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Por favor no pierdas la fe


Estás triste mi amor, lo sé y es lógico. No es fácil perder tan drásticamente a los seres más amados de nuestra vida, no nos preparamos nunca para eso. Siempre pensamos que falta mucho, que seremos todos ancianos cuando empiece a ocurrir. Pero no, la vida o Dios, tienen estas cosas. Yo creo en Dios y en las misiones que nos envía a cada uno, cuando ya las cumplimos de una manera u otra nos lleva de nuevo con Él. A veces las misiones son poquitas o pequeñas, se terminan rápido y entonces parten rápido como mi nena, otras en cambio son más duras de cumplir y tardamos un poco más, como en este caso y a veces venimos con misiones muy difíciles o muchas más que los demás y entonces llegan como mi abuelita a los 93.
Pero ahora yo sé que nada te consuela, ni esto que te digo ni cualquier cosa que intente decirte, entonces voy a terminar pero sin dejar de recordarte que por favor, no pierdas la fe. Jesús vino en Navidad, y en ésta lo vas a notar más que nunca, no para que nos hagamos regalos y comamos mucho y tomemos mucho, tampoco para que llenemos el cielo de luces de colores, no, nada de eso le sirve a Jesús, Él lo único que necesita el 25 de diciembre es que recordemos que cuando en Semana Santa fue torturado y flagelado y sacrificado en la Cruz, todo ese sacrificio tuvo un solo fin, dejarnos la Esperanza de la Vida Eterna, y todo nos lo dejó escrito en el Evangelio. Son palabras dulces, palabras de paz y palabras de esperanza las que nos dejó Jesús, esperanza de Resurrección, de reencuentro en la vida eterna, la que hoy sin duda ya está gozando tu querido hermano, junto a todas las almas buenas que partieron antes.
Mantenete en la fe amor, aferrate a ella, buscá a Jesús cuando lo extrañes mucho, Él es nuestro hermano y nuestro amigo y cuando lo invocás con fe vas a ver que viene y te trae la paz que tanto necesitás.
Y por último no te olvides nunca que yo siempre estoy para escucharte. Que Dios te bendiga.

sábado, 31 de octubre de 2009

NO TENDRÍA



No tendría que haber vivido la adolescencia,
no por lo menos como la recuerdo,
debería haber sido un paso sin huella,
un camino de tierra
un jardín sin rosal

No tendría que haber tenido amor en primavera
ni haber conocido el sol y su tibieza
no debería haber sentido nunca la esperanza
de tus ojos sobre los míos de aquella manera

Fue solo una vez, o dos, o tres, no más
pero fue en ese tiempo cuando perdí
la posibilidad de volver a  amar

viernes, 30 de octubre de 2009

Sí, está todo mal conmigo



Sí, está todo mal conmigo, pero no en todo tenés que ver vos, la mayoría de los motivos no son vos, son mi propia vida, son mis inseguridades, mis errores, y a veces mis aciertos como priorizar mi hija y por eso estar sola y la principal ya la sabés el tremendo agujero que dejó en mi vida la partida de mi hija. Sé que me viste en mejor estado de ánimo, mucho mejor, pero había otras motivaciones, vos por ejemplo además de la medicación antidepresiva. Ahora no tengo ni lo uno ni lo otro.
Y no te pedía palabras de poeta, sólo pedía dos palabras que alguna vez me dijiste, un sobrenombre y un sentimiento. Ya sé que nos las vas a decir, yo tampoco, si se da nos terminaremos enviándonos mails para que me cuentes como está el tiempo por tu ciudad y yo la temperatura y la humedad de esta linda Buenos Aires, va a ser divertidísimo y sobre todo muy sentimental. O sino, no nos diremos nunca nada más. Creo que sería lo mejor. No me gusta ocupar el papel de la pesada de la película y tampoco nunca mendigué, no lo voy a hacer ahora. Buen finde Juan.

jueves, 29 de octubre de 2009

DEPRESIÓN: LA PÉRDIDA DEL OBJETO


Ansiedad o depresión.

Dos manifestaciones opuestas de patologías que transforman la vida tanto de quienes las padecen como del entorno más próximo a ellos. Dos expresiones propias de nuestro tiempo. Resultado de la combinación de historias particular, de las exigencias del medio, de los otros, de ideales truncos o anhelados a cualquier costo, del origen de esos ideales. Desarrollamos algunos puntos sobre la depresión.

La depresión

Algunos autores comprenden la depresión desde el desarrollo teórico de Freud en Inhibición, síntoma y angustia. Desde esta perspectiva teórica, la depresión deriva de un intenso deseo inalcanzable, un deseo que puede estar referido a distintos aspectos de acuerdo a la constitución personal de cada sujeto: deseo de apego, de seguridad, de bienestar, de un objeto querido intensamente, deseo de satisfacer el narcisismo expresado en la sensación de omnipotencia. Las experiencias depresivas de indefensión e impotencia derivan de este intenso deseo inalcanzable. La sensación de indefensión que inunda al sujeto en depresión es la característica de esta patología, provocando incluso algún tipo de retardo motor.

Freud, Duelo y Melancolía y la segunda tópica


Desde la literatura psicoanalítica puede decirse que el texto central que hace referencia a la depresión es Duelo y Melancolía.
Freud lo escribe en 1915 y al momento de su publicación cae la consecuencia teórica directa del texto: la primera tópica planteada por Freud se vuelve insuficiente para explicar el aparato psíquico.
La muerte reclama ya su lugar en la teoría. Comienza a ser evidente para Freud que la causa de la melancolía no podía seguir buscándose en factores externos sino en lo interno, en la predisposición que hoy se define y entiende como un factor estructural.
En este texto la reconstrucción del proceso que se expresa en melancolía, se realiza desde el mismo desencadenamiento.

La pérdida del objeto


La perdida del objeto que generará la melancolía ambivalente y la depresión, puede ser tanto real como ideal. Quizás la pérdida real pareciera ser más fácil de comprender como causa de la depresión. Pero ¿cómo es la perdida ideal? ¿Qué es lo que lo que vuelve a un objeto ideal para el sujeto, al punto tal de generara la patología de la depresión?
Freud responde a esto: un sujeto ama en el objeto aquellas características que poseen el merito que le falta al yo propio para alcanzar ese ideal. Se cruza una línea: se esta entonces hablando del Ideal del Yo. Perder a un objeto que, se cree, posee las características necesarias para alcanzar un ideal anhelado intensamente, genera una profunda depresión, ya que el sujeto mismo no cuenta con estas características en su Yo. El ideal se vuelve entonces inalcanzable para el sujeto y la melancolía toma el poder y las fuerzas.

Nostalgia no es depresión


Suele ser común la confusión entre los dos términos. No significan lo mismo.
En el estado de tristeza o nostalgia se genera sufrimiento, pero no hay un riesgo sobre la identidad, es decir los proyectos de vida se mantienen indicando que las identificaciones que estructuran la identidad están a salvo.
En la depresión tanto el enfermo como el analista pueden sentir que hay algo que estructuralmente mantiene inmóvil al paciente: no puede salir y en el pico de melancolía el sujeto se recoge sobre sí mismo, se aparta del mundo compartible, y queda fijado en una experiencia profundamente dolorosa.


La cura de la depresión


La cura de la depresión es posible, el tratamiento psicoanalítico es una opción viable y efectiva. La depresión es una patología peligrosa, de no recibir tratamiento puede llevar a los bordes de la muerte o a la muerte misma. El psicoanálisis es una línea teórica que se dirige directa y profundamente a las causas estructurales que determinan la predisposición de cada sujeto.





Fuente del Artículo: http://www.editum.org/autor-=-.html

martes, 20 de octubre de 2009

SIGMUND FREUD Y EL PSICOANÁLISIS



FREUD, SIGMUND (1856-1939)







Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, nació en Freiberg, de padres judíos. Se trasladó a vivir a Viena donde estudió medicina especializándose en neuropatología, concretamente en la parálisis infantil y en los problemas del lenguaje como la afasia. Por aquellas épocas los judíos no podían trabajar en instituciones públicas como los hospitales, ni tampoco dar clases en la Universidad, por eso se situó en una consulta privada. Esto lo llevó a tratar pacientes que padecían histeria, una reacción neurótica en la cual los conflictos emocionales son convertidos en síntomas físicos como parálisis y sordera (en la actualidad, se prefiere el término trastorno de conversión al de histeria).






Su paso a la psicopatología se produjo cuando conoció a Jean-Martin Charcot, médico especializado en enfermedades nerviosas, que practicaba la hipnosis para curar a las enfermas de histeria en el Hospital de Salpetriere de París. El Gobierno francés le concedió una beca a Freud para ir un año a estudiar en París y fue allí donde pudo observar cómo unas mujeres paralíticas con un síndrome histérico, se levantaban durante las sesiones de hipnosis de Charcot. Comprueba que hay un nivel mental que sigue funcionando en el inconsciente, incluso estando bajo los efectos de la hipnosis.






En un principio, Freud procuró aliviar los síntomas de la histeria con hipnosis y electroimanes, pero pronto comprobó que las "curas" así logradas eran temporales. En la búsqueda de una cura permanente inventó un instrumento psicológico para la exploración de la personalidad, denominado asociación libre gracias al cual descubrió el reino inconsciente de la vida psíquica.






Fue fundamentalmente esta exploración de la vida psíquica inconsciente de sus pacientes lo que lo inspiró para crear el psicoanálisis, realización primordial de Freud y puntal de su fama. El psicoanálisis es a la vez un método terapéutico y una teoría de la personalidad.






Junto a su amigo Joseph Breuer, que también tenía una consulta en Viena, es cómo Freud hizo su paso hacia el Psicoanálisis. Breuer trataba una paciente, Anna O. que tenía desmayos, taquicardias y problemas cutáneos, pero gracias a la hipnosis estos síntomas se iban reduciendo e incluso desaparecían. Lo que producía dichos problemas en la paciente fueron los abusos sexuales que sufrió en su infancia por un familiar. Fue a partir de aquí que Freud dijo que detrás de cada problema psicológico existe también otro problema sexual.






Para Freud la mente tiene tres subsistemas: el consciente o lo que estamos pensando, el preconsciente que es lo que no hay en el consciente, pero en cualquier momento puede estarlo y el inconsciente que se encuentra oculto y nuestra mente no permite que aflore, sólo sale a través de los sueños, de los errores que cometemos sin querer, de las asociaciones libres o bajo hipnosis. Dijo que los procesos psíquicos son en sí mismo inconscientes y que los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida anímica total. Esta afirmación está relacionada con el segundo principio donde determinados impulsos instintivos los clasifica de impulsos sexuales. Según Freud la líbido es la fuerza impulsiva que representa el instinto sexual, la energía relacionada con todas las emociones que denominamos con el término amor. La evolución de la líbido en el hombre pasa por cuatro fases desde su nacimiento: oral, sádica, anal y fálica.






Otro esquema mental que describe Freud es a partir de tres instancias denomionadas Ello, Yo y Super-Yo. De todas ellas, la parte más profunda de la psique es el Ello, en el cual radica todo lo heredado, los impulsos instintivos y predomina el "principio del placer". Es inconsciente en su totalidad. El Yo es el "principio de realidad", es consciente y tiene la función de la comprobación de la realidad, así como la regulación y control de los deseos e impulsos provinientes del Ello. Más adelante, el Yo da lugar al nacimiento del Super-Yo, que es el representante interior de la autoridad y normas de los padres, así como de la educación recibida y de la sociedad en general, tiene un campo inconsciente con algo consciente.






Freud es uno de los más famosos psicólogos que hayan existido jamás. Sus contribuciones a la psicología del aspecto inconsciente de la vida mental son múltiples, e incluyen el estudio de la conducta normal, la amnesia, la angustia, los sueños, la personalidad, el desarrollo psicosexual y los motivos inconscientes.






Entre sus numerosas hipótesis se encuentra la que las ideas, motivos y recuerdos inconscientes desempeñan un importante papel en la vida cotidiana, ejerciendo control sobre gran parte de nuestro comportamiento. Esta se pone de manifiesto en los deslices verbales, los sueños, los síntomas neuróticos, etc. La doctrina de los elementos inconscientes, en caso de ser correcta, revestiría enorme importancia.






Las dos grandes temáticas que recorren la obra de Freud son el sexo y la agresión. Se diría que el sexo es el gran tema ascendente en la vida, es la fuerza que da cuenta no sólo de la vida del individuo sino de las generaciones futuras. Al conjunto de instintos (pulsiones biológicas) relacionados con la supervivencia los llamó Eros, por el termino griego que designaba al amor, y entendía que la agresión (incluida la autoagresión) surgía de un instinto de muerte al que denominó Tánatos, a partir del dios griego de la muerte. Estas dos fuerzas batallaban entre sí a lo largo de toda la vida del organismo; al comienzo Eros es más poderoso, pero al final Tánatos termina triunfando. Si bien los conceptos de Eros y Tánatos son algo románticos, es verdad que para los terapeutas gran parte de la conducta inadaptada se expresa como dificultades sexuales e impulsos agresivos. Así pues, Freud señaló a los futuros trabajadores de la salud mental, en general, la dirección correcta.






Freud fue un autor prolífico. Una de las ediciones de BUS obras contiene más de 20 volúmenes. Entre sus libros mejor conocidos se encuentran La interpretación de los sueños (1900), Obras completas tomos 1 y 2, tomos 4 y 5, Psicopatología de la vida cotidiana (1901), Obras completas, tomo 6, Conferencias de introducción al psicoanalista (1916-17), Obras completas, tomos 15 y 16 ay El yo y el ello (1923), Obras completas, tomo 19.

Por qué lo hacés?

No entiendo por qué no me contestás los mails. Puede ser tanto el trabajo? Si, en tu caso creo que puede, aunque si no lo tuvieras igual no me contetarías. Hay días que quisiera no haberte conocido y otros como hoy en que no encuentro ninguna solución a mis tormentos, en que preferiría no haber nacido. Terminar con mi vida se me hace muy difícil. He probado, pero tengo miedo, el institnto de superpivencia nos domina hasta el instante en que es dominado por tánatos el impulso a la muerte y entonces allí sí logramos suicidarnos, mientras tanto hay que vivir en este limbo, especie de oscuro pasillo infinitamente largo y húmedo, desde donde muy despacito vamos caminando indefectiblemente a la muerte que queramos o no un día se producirá.

miércoles, 14 de octubre de 2009

La psique según Jung


La estructura de la psique

La psique, según Jung se divide en cuatro zonas; el Yo, la conciencia, el inconsciente personal y la herencia arcaida individual. Las dos primeras pertenecen al ámbito de lo consciente, mientras las dos restantes forman el inconsciente.
 El Yo, o zona yoica, es el centro de la estructura, en él se produce el conocimiento de la propia existencia.
 La conciencia, circunda al Yo y está constituida por el conocimiento general del sujeto.
 El conjunto formado por la conciencia y el Yo está escindido del mundo exterior por lo que Jung denomina persona  (sinónimo de máscara). Con ello está designando la actitud del individuo mediatizada por la sociedad. Cada hombre es, en cierta medida, el producto de lo que se espera de él (padres, trabajo, sociedad, religión).
 El inconsciente personal son los acontecimientos ocultos a la conciencia, y puede hacerse consciente a través del análisis psicoanalítico.
 La hereencia arcaica individual es la aportación capital de Jung y está formada por el inconsciente colectivo, los arquetipos, (sueños, ensueños, visiones, fantasías y símbolos.)

El inconsciente colectivo

 A partir del estudio del los sueños, los pensamientos subconscientes, las perturbaciones mentales y los rasgos culturales típicos de las culturas primitivas actuales, Jung creyó llega a descubrir la existencia de ciertos rasgos psicoloógicos humanos que, de forma genética, y a modo de atavismo, se han  ido acumulando en forma de recuerdos de hechos fundamentales de la especie humana desde qu ésta se consstituyó como tal.
 Esta sugestica hipótesis sostiene que el inconsciente colectivo se constituye a modo de un gran recipiente de sabiduría ancestral; el psiquiatra debe facilitar al enfermo su contacto con ella.

Los arqueticpos y los sueños

La teoría jungiana sostiene que en la psique humana se hallan registrados recuerdos del pasado de la especie. A estas imágenes las denomina arquetipos  y vendrían a ser como "categorías universales de intuición y estimación". Estas categorías residen en el inconsciente colectivo y se heredan con la estructura cerebral. Estas imágenes o núcleos de fuerza adoptan distintas imágenes cuando llegan al umbral de la conciencia.
 Los sueños, además de tener un valor personal y ser manifestaciones del inconsciente, tienen también un valor relacionado con el inconsciente colectivo. Jung adopta una actitud cuasi parapsicológica, puesto que las entiende como mensajeros de lo trascendente.
Además de los fenómneos mencionados, existen las revelaciones;  éstas son símbolos de los arquetipos y tienen pluralidad de significados y un valor profético.

sábado, 3 de octubre de 2009

PSICOLOGÍA PARA NO PSICÓLOGOS



LA PSICOLOGÍA DE HOY Y LA ANTERIOR


¿Quiénes son los no psicólogos? Y ¿qué es la psicología? Es fácil contestar a la pregunta sobre quiénes no son psicólogos. y la respuesta parece simple: son los que no estudiaron psicología, quines no posen el título académico de psicólogo. Por lo tanto, es natural que casi ningún hombre  sea psicólogo, pero eso no es exactamente así, pues yo afirmaría que los no psicólogos en sentido estricto no existen, ya que todo hombre en su vida y a su manera practica y debe practicar la psicología. Debe saber qué le ocurre a otro, debe tratar de comprender a los demás. Tenemos incluso que preveer cómo se comportarán los demás. Para ello no entramos en el laboratorio de  psicología de una universidad, sino que entramos -sin que tengamos que decidirlo- en el laboratorio de la vida cotidiana, en la que podemos examinar todas las expriencias y casos que se nos presentan y reflexionar sobre ellos. Por lo tanto la prengunta no debe ser: ¿es alguien psicólogo o no psicólogo? sino más bien: ¿es alguien buen o mal psicólogo? Y en este respecto me parece que el estudio de la psicología podría ayudarlo a ser un mejor psicólogo.
 Con esto llegamos a una segunda pregunta: ¿ qué es la psicología? Esta pregunta es mucho más difícil de contestar que la anterior. Nos llevará un poco de tiempo. Etimológicamente "psicología" significa "ciencia del alma". Pero esto nos dice muy poco acerca de qué es propiamnte esta ciencia del alma: cuál es su objeto,  qué métodos emplea, cuál es su fin.
  La mayoría de los hombres piensan que la psicología es una ciencia relativamente moderna. Opinan eso porque la palabra "psiclogía" se difundió en general en los últimos 100 o 150 años. Olvidan, sin embargo, que hay una psicología anterior a ésta, que se extendió más o menos desde el año  500 aC hasta el siglo XVII, aunque no se la haya llamdo psicología sino "ética", y también más frecuentemente llamada "filosofía"; pero no era otra cosa que psicología. ¿Cuáles eran entonces la naturaleza y los fines de es psicología premoderna? A esto se puede responder muy suscintamente : "era el conocimiento del alma del hombre con el fin de convertirlo en un hombre mejor". La psicología tenía entonces una motivación moral, y hasta podríamos decir religiosa, espiritual.
 Presentaré ahora algunos ejemplos muy breves de esta psicología premoderna: el Budismo, tiene una psicología muy amplia y sumamente complicada. Aristóteles escribió un manual de psicología, sólo que le llamó Ética. Los estoicos dearrollaron una psicología estremadamente interesante, muchos de los lectores conocerán quizás las Meditaciones de Marco Aurelio. Encontramos en Santo Tomás de Aquino un sistema de psicología, del que cualquiera podría verosímilmente aprender más que de la mayoría de los textos de psicología actuales. Allí se encuentran las más interesantes y profundas discusiones y análisis de conceptos como : narcisismo, soberbia, humildad, modestia, sentimientos de inferioridad y muchos más. algo similiar ocurre con Spinoza, que escribió una psicología y  -como Aristóteles. la llamó Ética. Spinoza es, por cierto, el primer gran psicólogo que reconoció con total claridad la existencia del inconsciente, cuando dijo: todos somos conscientes de nuestros deseos, pero no del motivo de nuestros deseos. Y éste es en verdad, como veremos luego, el fundamento de la psicología profunda de Freud, que llegó mucho más tarde.
  En la época contemporánea surgió una psicología totalmente distinta, que no tiene, en cifras redondas mucho más de 100 años. Su fin es otro: hay que conocer el alma no para volverse "mejor" sino -simplificando y esquematizando las cosas- para llegar a ser un hombre "más exitoso". El hombre quiere conocerse a sí mismo, conocer a los demás, para obtener mayor provecho en la vida, para manipular a los otros, para formarse a sí mismo de la manera más propicia al éxito.
Esta diferencia entre la tarea que se proponía la psicología premoderna y la que trata de realizar la psicolgía actual sólo se comprende si se percibe en qué medida han cambiado la cultura y los fines de la sociedad. Sin duda en la Grecia clásica y en el Medioevo los hombres en general no eran mucho mejores de lo que hoy son, y hasta quizás fueran más malos en su conducta cotidiana, pero su vida estaba dominada por una idea; no vale la pena vivir sólo para ganarse el pan, la vida debe también tener un sentido, servir al desarrollo del hombre. En este contexto se ubica  a la psicología.
  El hombre contemporáneo ve las cosas de otra manera. No le interesa tanto "ser" más, sino "tener" más: una mejor posición, más dinero, más poder, más respetabilidad y ya sabemos hoy -y esto se va divulgando cda vez más y se ve quizás con la mayor claridad en el país económicamente más avanzado y rico del mundo, Estados Unidos-, que son cada vez más los hombres que han comenzado a dudar que la consecución de estos fines los hará realmente felices. Pero no me extenderé aquí sobre este punto. Subsiste el hecho de que estos  don fines han impreso también a la psicología dos direcciones distintas. Quiero agregar algo ahora acerca de la psicología contemporánea, para mostrar cómo  hay que reprentarse a esta disciplina.
  La psicología contemporánea comenzó en forma muy humilde. Se interesaba en estudiar la memoria, fenómenos acústicos y visuales, asociaciones de ideas y la psicología de los animales. El nombre Wundt es quizás el más significativo e importante en este comienzo de la psicoogía actual. Estos pisólogos no escribían para el gran público, no eran muy conocidos, escribían para especialistas y eran muy pocos los legos que se interesaban en sus
en sus trabajos y publicaciones.
  Pero esto cambió por completo cuando la psicología comenzó a popularizarse, pues se aplicó a resolver una "cuestión básica": la de los motivos de la conducta humana. Este fue el tema constante de la psicología en los últimos 50 años. La cuestión interesa a todos, pues todo el mundo querría saber qué es realmente o lo que lo motiva, por qué está motivado de una manera y no de otra. Y cuando la psicología le ofrece la perspectiva de  averiguar algo al respecto, lo recibe como cosa de gran calor. Por eso esta psicología motivacional llegó a ser quizás la ciencia más popular de todas y, particularmente en los últimos decenios no vio menguada sino acrecentada esa popularidad.

  Esta psicología popular incluye dos escuelas fundamentales: la que sostiene la "teoría instintivista", y la psicología del comportamiento o "teoría conductista." Diré, para comenzar, dos palabras sobre la teoría instintivista, debe su origen a uno de los máximos pensadores del siglo XIX, Charles Darwin.
 Darwin se ocupó en su época de los intintos como fundamento de la motivación humana. Sobre la base de sus trabajos, se fue contruyentod luego una teoría que, dicho brevemente, acentúa que cada conducta tiene un motivo y que cada motivo es un instinto independiente, innato en el hombre -innato exactamente igual que el institnto del animal.- Si somos agresivos, la causa es nuestro instinto de agresión; si somos sometidos, es nuestro instinto de sumisión; si somos ávidos de posesiones, es el instinto de posesión; si somos celosos, es el instinto de celo; si nos mostramos dispuestos a cooperar, es el instinto de cooperación; si solemos sustraernos a algo huyendo, es el instinto de fuga, etcétera. Y de hecho los teóricos del instinto han enumerado en conjunto unos doscientos instintos distintos que (como cada tecla de un piano cuando se la oprime) motivan una conducta humana totalmente determinada.
  Los principales representantes de estas teorías instintivas fueron los norteamericanos : Williams James y William McDougall. Quizás el lector, por la descripción que acabo de hacer, imagine que esta teoría es muy simplista y hasta ingenua. De ninguna manera es así. Sobre el fundamento de las ideas de Darwin , estos dos autores, y también otros, que fueron pensadores muy significativos y agudos, construyeron un edificio extraordinariamente interesante -sólo que ese edificio en mi opinión, tiene fallas de estructura-. En realidad no es un edificio sino un conjunto de hipótesis qeu nunca se confirman en la realidad. La última gran teoría instintivista que se ha vuelto muy popular es la de Konrad Lorenz, que ha reducido la agresión humana a un instinto más o menos innato de agresión.
  La deficiencia de estas teorías reside en su tendencia a la simplificacción. Las cosas resultan justamente muy simples cuando se postula teóricamente un instinto para cada conducta particular. Pero con eso no se aclara nada; sólo dice: la conducta tiene un motivo, y éstos motivos son innatos. En el caso de la mayoría de esos motivos, tal cosa no se puede demostrar. Existen unos pocos -como por ejemplo el de agresión defensiva o el de huida y hasta cierto punto también la sexualidad, aunque en este caso la seguridad es mucho menor-, en los cuales hay partes casi instintivas. Pero también en este caso subsiste el hecho de que el aprendizaje y el influjo cutural y social pueden incluso modificar extraodinariamente estos instintos innatos -hasta el punto de que entre los hombres y los animales sometidos a estas modificaciones casi llegan a desapareer, o, por el contrario, se refuerezan considerablemente-.
  La otra dificultad de esta teoría consiste en que ciertos instintos, en muchos hombres y muchas culturas tienen notable intensidad y en cambio en otros están muy poco desarrollados. Hay por ejemplo razas primitivas que son extraordinariamente agresivas, pero otras, en cambio, no manifiestan absolutamente ninguna agresividad. Esto se observa también en algunos hombres;  si alguien acude hoy a una psiquiatra y dice: "Doctor, estoy tan enojado, quería matar a todos, a mi mujer, a mis hijos, suicidarme...", el médico no dice : "Claro, este hombre tiene un instinto de agresividad fortísimo", sino que más bien hace un diagnóstico y afirma: "Este hombre debe estar enfermo, pues esa agresividad que expresa, ese odio que ha acumulado, es una manistestación patológica". Si fuera un instinto se trataría dde una manifestación normal y no de un signo de enfermedad.
  Encontramos además -y esto es muy importante- que justamente los hombres más primitivos, los cazadores y recolecstores, que se encuetnran al comienzo de todas las civilizaciones, fueron los hombres menos agresivos. Si la agresividad fueran innata, deberían de mostrarla de la manera más clara los cazadores y recolectores. En cambio, se puede demostrar lo contrario: que con el desarrollo de la civilización -desde más o menos el año 4000 aC.-, con la construcción de grandes ciudades, reinos, jerarquías, ejércitos, con el descubrimiento de la guerra, de la esclavitud -y digo deliberadamente  "descubrimiento" porque todos esos no son fenómenos que se den por naturaleza-, crecieron también de manera pavorosa el sadismo, la agresividad, el gusto por someter a los demás y por destruir, en mayor medida que la registrada en los hombres primitivos prehistóricos.


  Estas dificultades llevaron a la escuela opuesta, la de la "teoría conductista", a afirmar exactamente lo contrario: que no hay absolutamente nada innato, que todo es consecuencia de circunstancias sociales y de la hábil manipulación de los hombres, sea por la sociedad o también en el seno de la familia. El más importante y famoso respresentante de esta escuela es actualmente el profesor norteamericano Skinner, que en su libro "Más allá de la libertad y la dignidad" afirma acertadamente:
  "Conceptos como libertad o dignidad son puras ficiones, no existen en absoluto, sino que son producto del influjo ejercido sobre los hombres con el fin de que éstos se hagan a la idea de que querrían ser libres. Pero en la naturaleza del hombre no reside ni el deseo de libertad ni el sentimiento de la dignidad humana". Un ejemplo en apoyo de esta teoría: Juanito no quiere comer espinaca. Si la madre lo castiga por ello -y eso lo saben bien muchos padres-, no logra ningún éxito. dice Skinner: "Ese también es un método equivocado. No se debe habalar mucho de la espinaca sino limitarse a ponerla en la mesa a la hora del almuerzo. Si Juanito come un poco de ella, la madre lo mira con actitud caiñosa y le promete un trozo extra de torta. A la vez siguiente vuelve la espinaca a la mesa y Juanito se se muestra más dispuesto a comerla. La madre entonces le sonríe cariñosamnte y le da esta vez un trozo de chocolate. Y así hasta que el pequeño está condicionado, es decir, hasta que llega a aprender que si come espinaca obtiene una recompensa. Y ¿quién no quiere obtener una recompensa? Y luego de algún tiempo comerá la espinaca con gusto, mejor que las demás verduras". Pues bien, esto puede suceder, Skinner ha trabajado mucho tratando de mostrar cuál es la manera más hábil de lograr estos resultados. No se repite y una y otra vez esta recompensa, sino que  se la omite una vez y luego se la reintroduce. Y se realizaron muchas investigaciones e ingeniosos experimentos tendientes a verificar cuál es la mejor manera de inducir a los hombres mediante recompensas a hacer los que uno quiere que hagan. Por qué el otro lo quiere es cosa que a Skiner no le interesa para nada, pues dice: "No hay ningún valor que tenga significación objetiva".
  Esto es muy comprensible, si se piensa en la simulación del psicólogo en el laboratorio. Que los ratones o los conejos coman o no coman carece de todo interés  -sólo interesa que con determinados medios se los pueda inducir a comer o a no comer-. Y como los psicólogos del comportamientos conciben  al hombre -y hasta a sí mismos- como conejos de laboratorio, carece para ellos de toda importancia averiguar para qué y por qué hay que condicionar para algo, sino que sólo les interesa el hecho de que se lo puede hacer, y la convicción de que es posible lograrlo a la perfección. El conductismo separa el "comportamiento del hombre" del "hombre" propiamente dicho. No investiga al hombre en tanto produce un comporamiento, sino que investiga sólo el producto; el producto es conducta. En lo referente a lo que está detrás de la conducta, es decir, al hombre, dice expresamente: eso es insignificante, es filosofía, es especulación. Sólo nos interesa lo que el hombre "hace". Tampoco averigua por qué ocurre el sorprende hecho de que muchos hombres no reaccionan como deberían hacerlo si la teoría fuera correcta. No parece molestarlos el hecho de que muchos hombres no se rebelen, que no se adapten, que no reaccionen a los refinados estímulos que en general utiliza esta teoría, sino que actúen justamente en forma contraria. Esta teoría parte del supuesto de que a la mayoría de los hombres les resulta preferible dejarse seducir, más bien que ser y realizar lo que resultaría de su auténtica naturaleza y de su auténtica disposición.
  La teoría instintivista y la teoría conductista tienen algo en común, pese a las grandes oposiciones: para ambas el hombre no es de ninguna manera el que configura su propia vida. El hombre de la teoría instintivista es impulsado por el pasado de la raza humana y animal; el hombre del conductismo es impulsado por los dispositivos y condicionamientos sociales vigentes en ese momento; está condicionado por las artes oportunistas de seducción de su sociedad, tal como el otro hombre está condicionado por el pasado de su raza. Pero ninguno de los dos ni ningún modelo de hombre en estas teorías está determinado por lo que quiere, por lo que es, por lo que corresponde a su ser.
  Estas dos grandes orientaciones representan la mayor parte de lo que hoy se puede llamar psicología contemporánea". Debemos decir que la psicología conductista ha triunfado totalmente en la actualidad. La mayoría de los profesores de psicología en las universidades norteamericanas son conductistas y la psicología soviética está estrechamente emparentada con esta tendencia -por razones socioculturales comprensibles que no puedo profundizar aquí.

Fuente: El amor a la vida de Erich Fromm, Capítulo IV PSICOLOGÍA PARA NO PSICÓLOGOS. Apartado 1 La Psicología de hoy y la anterior. Ediciones Paidós Ibérica. Círculo de Lectores 1983.-

Melan