domingo, 4 de diciembre de 2011

Sabés?



Sabés? Ya casi no te extraño... eso sí, te has transformado en una sombra que va junto a la mía, como con la mía, no hablamos, no nos miramos, casi no nos damos cuenta que estamos tan cerca, pero vas junto a mí. Te siento a mis espaldas, como siguiéndome... No creo que esto sea un remedo gráfico de tus pensamientos, más bien lo es de los míos, que han logrado sacarte de mi mente la mayor parte de mis horas, pero que nunca se irá del todo de mi vida.
 Y cómo irte! Si estás en mi historia, si formás parte del pasado más puro de mi vida, y luego del no tanto, pero rescato aquél, el puro, el platónico, el adolescente, porque al fin de cuentas fue el único verdadero en sentimientos, el único en el que sé que sentiste amor por mí, el resto... el resto fue pura farsa, pura novela de mi inconsciencia, de mis tonterías, de mis niñerías, vos ya habías crecido, y ahora... ahora ya estás envejecido... no puedo pedirte nada más. Te lo dije en algún lado de este inmenso universo virtual, dejaste morir a tu niño en tu alma, a tu adolescente y por eso ya no podemos estar juntos de ninguna manera.
 Yo sin embargo, también envejecí, pero la gran diferencia es que dentro mío sigue viva la niña que fui, la adolescente que te amó, y ella.... ella te ama todavía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario