lunes, 16 de enero de 2012

Esto es todo...



Han cambiado las cosas gracias a Dios, ya no te extraño, te recuerdo sí, de alguna manera cada día, pero fue bueno esto de conscientizarme de que no volveríamos a tener ya nada entre nosotros, entonces se me fue el peso de la angustia de la espera, la eterna espera de un llamado, de un mail o de un mensaje de texto.
 Los momentos vividos juntos a algunos los recuerdo con verdadero cariño, a otros con placer y a otros... ya los he olvidado, no valían la pena de mis lágrimas y lamentaciones. Esto fue todo lo nuestro, esto fue la vida, esta fue nuestra historia, duró mucho, no me voy a quejar. Si no pudo ser de otra manera? Por algo será... estoy segura que como todo lo relacionado con vos, yo te idealiacé igual que a una posible unión duradera, seguramente, pienso ahora, no hubiera tenido éxito, seguramente se hubiera terminado a menos de dos años de haber comenzado, allá lejos y hace tiempo. De este modo, de a pedacitos, pudo durar muchos años y de alguna manera la ilusión, por lo menos a mí, me mantuvo viva y me proporcionó un sueño que aunque no se cumplió, en todo digo, porque hubo algunos momentos que sí se concretaron y fueron hermosos, un sueño decía, que fue maravilloso y que me hizo vivir una historia novelesca.
 Ya está, llegó el tiempo de las realidades, del darse cuenta que queda poco, que en cualquier momento uno de los dos se va y es mejor así, separados dolerá menos.
 Te cuento que encontré un grupo maravilloso en el face, todo integrado por gente que conocés porque en realidad vos tendrías que estar allí ya que pertenece al antiguo pueblito (hoy pujante ciudad) que albergó el nacimiento de nuestro amor. Ellos me mantienen unida a ese lugar que jamás dejaré de amar, porque allí viví los momentos más felices de mi vida, junto con los disfrutados alegremente con mis hijas.
 Allí, encontré amigos nuevos y gente muy alegre que me contagia su alegría y sus ganas de vivir y allí también, puedo hacer algo que vos no me permitìas, que te parecía tonto, vacuo... allí con ese grupo tan especial... puedo recordar el pasado... sí, porque a ellos también les gusta hacerlo y eso a mí me hace muy bien, es lo que siempre me gustó, recordar los antiguos momentos, mirar las amarillas fotos de antaño y volver a vivir con el corazón los momentos tan dulces de mi adolescencia. 
 Esto es todo Juanqui, esto es todo...

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