Ayy amor mío si vos supieras cómo me cambiás la vida a veces. De ser un día triste y lluvioso, de pronto a las nueve de la noche brilla el sol y el clima es templado. Te quiero Juanqui, tanto que vos nunca podrás imaginarte, tanto que mi vida entera ha sido durante muchos años dependiente de vos y de tu vida.
No nos ayudó Dios, o el destino o la vida misma no quiso que fuera lo nuestro algo normal, tradicional, nosotros lo soñábamos así. Hoy, en este momento pienso que quizá nos beneficiaron, quizá si hubiésemos sido un matrimonio normal, no tendríamos estos chispasos de felicidad, de amor y de placer que tenemos después de tantos años.Hablamos por teléfono y me digiste cosas que sin expresarlas totalmente me dieron a entender lo que significo en tu vida y eso me halagó tanto... me hizo subir tanto la autoestima que no entro dentro de mí misma. Me digiste entre otras cosas que por lo menos hablando por teléfono nos sentimos y es verdad, yo debo seguir como en este momento, como me lo hiciste ver vos, la mitad del vaso lleno, que es bastante y hasta creo que es mejor que parecer que está lleno del todo cuando en realidad está totalmente vacío.
Juanqui, que te preocupes por mí, que esperes mis mensajes y mis llamados, que busques el momento para comunicarnos y que todo eso sea a semejante distancia y con tanto tiempo sin vernos más que por fotografías, yo en realidad en lugar de reclamarle debería darle gracias a Dios, por escuchar palabras como las que hace un ratito nada más me digiste.
Sos el hombre de mi vida Juanqui y ya no caben dudas, porque mi vida está casi hecha del todo, salvo que ... te haga caso y me vaya a vivir allá, cerca tuyo como me lo aconsejaste hoy! No puedo creer tanta alegría que sentí. No podré hacerlo nunca seguramente, mi hija nunca se irá de mi lado, pero es bueno saber que vos imaginás esa posibilidad y con ella la de visitarme siempre y vernos, vernos, que es lo que en este momento más necesitamos. Eso sería vernos semanalmente por lo menos. Dios! no quiero pensarlo porque es imposible, pero qué hermoso sería, hasta me digiste que allá podría trabajar bien y estar cerca suyo.
No, es mucho para un sólo día. Te amo Juanqui y no puedo ya amarte más, esto es infinito.


