
Hoy me decidí y te envié un mail, cortito como a vos te gustan y simple, sólo para decirte que estuve todo el día pensando en vos y que te quiero mucho.
No guardo esperanzas de respuesta, ya nunca lo hacés, tampoco de que leas este blog que te dediqué hace un tiempo y menos aún de que me hables por teléfono o envíes un mensaje de texto, tendría que ser nuevamente año nuevo y deberías tomar una copa de shampán para decidirte a decirme algo, aunque sea una sola palabra.
No importa, yo ya estoy acostumbrada a estar sola en todos los sentidos y me conformo. Ya me despedí de las alegrías de la vida, fueron pocas, pero hubo, ya no hay más, solo queda la soledad.
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