miércoles, 12 de octubre de 2011
Angustia
Cuánta angustia siento en este momento, la opresión en el pecho es fortísima, tomé un lexotanil a ver si pasa, los medicamentos cardíacos los tomé todos más temprano. Me pregunto por qué tengo esta sensación tan desagradable de miedo y de que algo malo va a ocurrir. Me bañé y cambié temprano porque decidí ir a pagar los servicios del mes, no puedo creer que esto me haga sentir así, es demasiado., si me pongo así solamente por salir a hacer eso entonces no tengo escapatoria a una vida mejor. Aunque creo que también me está haciendo muy mal la preocupación por mi mamá y su presión, estoy pensando cómo habrá dormido, cómo se habrá levantado y no me animo a llamarla ante el temor de que me diga o que no está bien, o que me trate mal porque no está bien no ya de la presión sino de su problema mental.
También me preocupa Marina y todo lo que me dijo ayer sobre su habitación, sobre que no soporta más vivir allí, que es demasiado y encima hoy va a venir Laura y a Marina ya se le cruzó Laura porque dice que no le arregla bien el cuarto.
Para terminar de hacerla peor me hice amiga en face del hermano de Juanqui, sólo por poder ver sus fotos y sacar de allí las que estuviera mi amor, pero ahora tengo miedo de que haya hecho mal porque a lo mejor el hermano pensó que yo tenía otras intenciones y no quiero hacerle mal a ninguno de los dos, ni al hermano creándole falsas expectativas, ni a Juanqui que no quiero que crea que se lo hago a él para que se ponga mal. El tema es que es tan poco lo que Juan Carlos me atiende por teléfono o me manda algún mensaje de texto que yo ya estoy cansada de esperar que él reaccione y retome un diálogo que se corta más de lo que se reaunuda.
En fin, que tengo varias cosas de qué preocuparme, unas importantes como la de la salud y la lejanía de mi mamá, otras menos, como la pseudo incomodidad de mi hija (que me hace planteos en cuanto a su cuarto pero el hecho es que desde que trabaja no hace más que comprarse ropa, zapatos, carteras, bolsos, chalinas, etc,etc, o sea yo no digo que esté mal, pero si sigue así, aunque le deje la casa entera no tendrá lugar), y luego entre las preocupaciones menores está la de Juanqui y su hermano y la última que no sé si es menor o más importante porque tiene que ver con una patología que es el hecho de que me pongo muy nerviosa cuando tengo que salir aunque sea para una pavada.
Es triste, pero a esta altura de mi vida, en que otras mujeres ya están libres de muchas cosas y yo veo sus fotos en el face y viven de fiesta en fiesta y se las ve sonrientes con sus parejas, hijos, hijas y nietitos, yo estoy aquí sola rumiando cómo haré para salir de este estado de indefensión en el que me siento, este estado de angustia permanente del cual parece que sólo tiene salida si me tomo dos o tres pastillas y me duermo bien. Y no creo que deba ser así la vida por más que ya sea una mujer madura.
lunes, 3 de octubre de 2011
El resto
Hoy estoy triste, más triste que otros días y a esta hora más aún, dentro de cuatro minutos se cumplen exactamente diecisiete años que mi hija se fue de este mundo. Esperaba que como algunas veces la hora se me pasara de largo, pero no, no es así, dio la casualidad que justo me puse a escribir y miré la hora del monitor. Entonces llegan a mi mente todos aquellos momentos vividos al extremo del dolor humano, la partida de una hija, algo que el ser humano y menos aún la madre no debe vivir jamás. No fuimos preparados para enterrar a nuestros hijos, fuimos educados en el creer que siempre serán los padres quienes se irán primero, nunca los hijos, una psicopedagoga del colegio de mis hijas decía siempre que es la subversión de la naturaleza. Y es así, se subvierte el andar lógico que debe seguir el camino de la vida humana, es como caminar hacia atrás, o como darse vuelta y volver sobre los pasos, es no poder continuar caminando hacia adelante, se nos muere la cría! Nada menos que un cachorro humano, nuestra continuación, nuestro sentido de estar vivos más primitivo, es muy dificil de que entre en la cabeza de quienes lo tenemos que pasar. Morirse un hijo? No! Ni me lo digas! No puedo ni imaginármelo!
Algunos a veces me dijeron, "Ayy yo no aguantaría, yo me muero si me pasa algo así". Y a uno le dan ganas de decirle, "Pero vos creés que yo quiero menos a mi hija que vos a tu hijo porque lo soporté?", no! Es que nadie sabe hasta dónde pueden llegar nuestras fuerzas y nuestro instinto de supervivencia!.
Cuando estamos mentalmente sanos líbido siempre vence a tánatos y seguimos viviendo, a medias, mutiladas, pero seguimos vivas, porque así está hecho el ser humano para sobrevivir hasta que haya algo superior que lo domine y de lo cual no pueda defenderse, como le pasó a mi dulce hija con el cáncer.
Así estoy hoy y por este estar así hubiese necesitado una palabra, sólo una aunque sea, o tu voz apenas y más que nada tu oído escuchándome en el teléfono.
Es tanta tu incapacidad de contener a alguien en esta situación que te pide ayuda? o sólo te pasa conmigo porque no te interesa nada de lo que me pase? Me quedo con la duda, porque hasta a un extraño le damos una palabra de aliento cuando está mal o vos no lo hacés? Quién sabe, a lo mejor no sos como yo pensaba, quizás tu humanidad, tu sensibilidad son muy pequeñas, muy superficiales, o casi no existen y sos como ciertos animales llevados sólo por sus instintos. Pero te cuento que hasta mi gatita se me acerca y me maúlla cuando me escucha llorar, siento que quiere decirme "no llores, aquí estoy yo para acompañarte" y lo hace, porque se queda conmigo hasta que se me pasa. Pero los hombres como vos no. No son así. Van por la vida buscando solamente satisfacer sus propias necesidades y cumplir con sus obligaciones mínimas, el resto... el resto no es nadie, no importa el resto, no existen cuando no me pueden dar lo que necesito, no es asi? Bueno mi amor, yo soy el resto.
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